miércoles, 17 de julio de 2024

Reencuentro Final: Capítulo 64

Cuando Paula se despertó en la oscuridad, tardó un momento en darse cuenta de lo que había sucedido.


—Todavía estoy aquí —dijo Pedro.


Ella se puso de lado y sonrió.


—Todavía estás aquí —murmuró.


—Eres tan hermosa…


—Me sorprende que digas eso. Tengo diez años más.


—Eres como un buen vino… Estás mejor después de más tiempo. 


Ella se rió.


—¿Y con más cuerpo? —preguntó.


—Mmm… La cantidad exacta —la apretó contra su cuerpo—. Y también has adquirido una mayor complejidad…


—Tú también has mejorado con los años —sonrió ella con picardía—. Ése era el sitio justo donde tenías que tocarme…


—¿Dónde?


—En la cocina —se rió Paula.


—Y hablando de cocina… tengo hambre —dijo Pedro.


—Yo también. No es demasiado tarde para hacer la cena…


Ella le dió un beso en la mejilla y se levantó de la cama. Pedro estaba prácticamente igual que hacía diez años, excepto por una cicatriz que tenía en la espalda.


—¿Cómo te hiciste esa cicatriz? —preguntó ella mientras él se ponía los calzoncillos.


Él la miró, sorprendido.


—Tienes una cicatriz que no tenías antes.


—Me había olvidado. Un recuerdo de Giselle.


—¿Qué quieres decir? 


—Durante los primeros años de matrimonio ella era muy celosa. Muy posesiva.


—Pero tú dijiste que no se amaban.


—No. Dije que yo no la amaba. Ella me amaba. A su manera. Desgraciadamente, cada vez que yo viajaba por trabajo, ella se creía que venía a Australia.


—¿A verme?


—Ella sabía que yo no había superado lo tuyo. Discutíamos mucho por tí. Casi constantemente.


—¿Y la cicatriz?


—Se fue poniendo cada vez más agresiva en las discusiones. Llegó a ponerse muy violenta… La última vez que discutimos, Giselle tenía un cuchillo…


—¡Oh, Dios mío! ¿Te clavó un cuchillo?


—No fue una herida seria.


—Lo suficiente como para dejarte una cicatriz —Paula sintió odio por aquella mujer.


Y luego sintió preocupación por André.


—Si Giselle es violenta, razón de más para quitarle a André. Eso obrará a tu favor, ¿No? Será más fácil que ganes la custodia.


—No creo que mi hijo esté en peligro físico. Nunca le ha levantado la mano. André no le importa lo suficiente a Giselle como para tomarse esa molestia. 

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