lunes, 23 de diciembre de 2024

Busco Prometida: Capítulo 2

¿Cómo podía Gonzalo disfrazar semejante locura con la palabra «Compromiso»? Ella ni siquiera había accedido, estaban imponiéndoselo.


—Un matrimonio concertado —dijo entre dientes.


—Tu compromiso nos protege a los dos.


La destrozaba que Gonzalo, que la conocía mejor que nadie, no se preocupara por sus sentimientos. ¿Cómo habían podido ser tan buenos amigos y acabar así?


—Protege una inversión. Pensé que mi hermano querría protegerme a mí.


Había esperado que Gonzalo quisiera ayudarla, pero ahora veía que el chico que la había idolatrado había desaparecido.


—Paula, es lo mejor para los dos. Sí, Chaves International marcha bien y es nuestra, pero Arum… Papá solo tenía un treinta por ciento, y Arturo, un cincuenta, lo cual estaba bien cuando Arturo vivía y siguió estando bien cuando murió y Javier tomó el mando…


—¿Pero ahora que papá no está…?


Arturo Harrison había sido el mejor amigo de su padre. Los dos, de familias adineradas, habían socializado en los mismos círculos, ido a los mismos colegios y estudiado en las mismas prestigiosas universidades. Más que amigos, habían sido hermanos, y así habían seguido muchos años. Por eso, cuando Arturo le había propuesto a Miguel que se asociaran en un negocio, su padre no lo había dudado. Habían empezado con una pastelería y habían acabado convirtiéndola en un supermercado y luego en una cadena. Después, la empresa se había pasado a la producción. Miguel había accedido a tener una participación más pequeña de la empresa por una serie de razones, pero principalmente porque opinaba que a menos acciones, menos riesgos. Para preservar su amistad, habían accedido a llevar a cabo una readquisición de acciones si la sociedad no funcionaba. Y con el fin de proteger el negocio que estaban levantando, una vez habían atraído a otros accionistas, habían decidido firmar una cláusula según la cual se expulsaría del consejo a cualquier accionista que desprestigiara al negocio y se readquirirían sus acciones. Por eso, en un principio a Miguel le había parecido bien tener un treinta por ciento. Después de todo, su prioridad siempre había sido Chaves International, al menos hasta que Arum había crecido hasta ser el gigante en que se había convertido. Paula había querido mucho a Arturo. Al igual que su padre, había sido un empresario astuto e inteligente. Formidable en la sala de juntas y adorable con su familia. Por eso su hijo Iván había resultado ser toda una sorpresa.

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