miércoles, 24 de septiembre de 2025

Eres Para Mí: Capítulo 43

 —¿Hablas en serio?


—Por supuesto. Y puedes considerarlo un acto caritativo o una recompensa por haberme salvado la vida. No voy a negar que lo primero que me llamó la atención fue tu valentía.


—¿Me consideras valiente?


—Sí. Cuando me hice cargo de Jeddah Creek, a los diecisiete años, tenía aguante, determinación y capacidad de superación. Y en ti veo lo mismo. Por aquel entonces, Enrique, Brenda, Federico y otros me ayudaron, lo cual me encarriló hacia un futuro con el que no había soñado. Aún no había terminado de hablar.


—No quiero quitarte nada. No quiero privarte de la oportunidad de trabajar, crecer y viajar, pero quiero que, como yo, tengas ayuda. Y te la ofrezco por adelantado. Quiero verte triunfar.


¿Podía confiar en él? ¿Podía confiar en su propio instinto, cuando lo que le ofrecía era demasiado bonito para ser verdad? Él se recostó y cerró los ojos, probablemente para no verla con la boca abierta ante su generosidad.


—Dí que sí.


—¿Quieres verme triunfar?


—Por supuesto.


—¿Sin condiciones? ¿Aunque no acabe en tu cama esta noche? Él alzó la cabeza y la miró con los ojos entrecerrados.


—Eso lo excluyo, de momento. Yo apuesto a largo plazo. Pero, aunque acabemos teniendo una relación romántica, mi oferta seguirá en pie. Quiero que consigas el futuro laboral que te apasiona.


Se desplazó al otro extremo de la piscina y se volvió a mirarla.


—Acepta el contrato.


Rosa ponía las manos en el fuego por él. Era una oportunidad única.


—¿Qué pasará si tenemos una aventura muy corta e intensa y nos damos cuenta de que no somos compatibles?


—Seguirás teniendo una empresa que no tendrá nada que ver conmigo y un lucrativo proyecto de jardinería acabado o a punto de hacerlo. Tu trabajo hablará por sí mismo y tendrás otros proyectos que no se relacionarán conmigo. Intento ponerte en una situación, Paula, en que, con independencia de lo que suceda, salgas ganando.


—¿Aunque tú salgas perdiendo?


—Habré tenido una oportunidad contigo. 


¿Eso es salir perdiendo? ¿Acaso él no tenía miedo? ¿Y si le entregaba el corazón y ella se lo destrozaba? ¿Qué veía en ella al mirarla tan fijamente?


—¿No te da miedo entregarle el corazón a la persona equivocada?


—Tú y yo tenemos mucho en común. No confiamos en los demás fácilmente. La gente nos ha decepcionado, lo que quiere decir que uno de los dos tiene que ser el primero en decir que confía en el otro y que está dispuesto a enfrentarse a lo que eso conlleva. No creo que vayas a fallarme y tengo la certeza absoluta de que yo no voy a fallarte. ¿No te parece un buen comienzo para la relación que vayamos a tener, sea cual sea?

No hay comentarios:

Publicar un comentario