La súplica de Pedro Alfonso, que necesitaba urgentemente una niñera, llamó la atención de Paula, que estaba hojeando el periódico en busca de un nuevo trabajo. No podía dejar de intentarlo, y menos después de oír su maravillosa voz por teléfono.
Sin embargo, cuando fue a la casa para tener su primera entrevista, estuvo a punto de cambiar de parecer, porque los hijos gemelos de Pedro la recibieron con una de sus travesuras. Pero cuando vió que ese hombre y sus dos hijos pequeños habían olvidado qué era una familia, Paula supo que ella era el milagro que Pedro necesitaba...
No hay comentarios:
Publicar un comentario