miércoles, 28 de agosto de 2024

Un Trato Arriesgado: Capítulo 1

"¡Macho español se lía con la esposa del ministro!" Pedro Alfonso miró con desaprobación el montón de periódicos que tenía sobre su escritorio. Todos los tabloides llevaban titulares muy similares e incluso los periódicos más serios habían considerado que su aventura con Mariana Urquhart era de interés público. La noticia no se había publicado solo en el Reino Unido. A lo largo y ancho de toda Europa, la gente estaba desayunando mientras miraban la fotografía que ocupaba las portadas de toda la prensa. En dicha fotografía aparecía el heredero de la mayor empresa textil de España entrando en un lujoso hotel de Londres a altas horas de la madrugada acompañado por la voluptuosa señora Urquhart. Una segunda foto los mostraba a ambos abandonando el hotel a la mañana siguiente por una puerta trasera. No hace falta especular mucho para saber cómo pasaron aquellas horas el playboy más prolífico de toda Europa y la esposa del ministro. Así había descrito el encuentro un periodista de un periódico especialmente sensacionalista.


–Esto ya es demasiado, Pedro.


La estridente voz de Alfredo Zolezzi temblaba de ira. Pedro tuvo que apartarse el teléfono de la oreja.


–Precisamente el mismo día que Rozita, la línea de moda líder en ventas de la empresa, lanza su colección nupcial, tú tienes una aventura con una mujer casada que aparece en los titulares de todos los periódicos. Has convertido al grupo Zolezzi en el hazmerreír del mundo empresarial.


En realidad, a Pedro no le importaba el estado civil de la mujer con la que había estado. No era responsable de la moralidad de otras personas, sobre todo porque la suya propia era cuestionable. Sin embargo, si hubiera sabido que el esposo de Mariana era una figura pública, no se habría acostado con ella por mucho que se le hubiera insinuado. Él nunca había tenido problemas para encontrar mujeres que ocuparan su cama y, francamente, Mariana no había merecido la pena por aquel escándalo. Se reclinó sobre su butaca y observó cómo la lluvia azotaba las ventanas de su despacho en las oficinas centrales del Grupo Zolezzi en el Reino Unido, sitas en el Canary Wharf de Londres. El Grupo Alfonso era una de las mayores empresas del mundo dedicadas a la venta de ropa y, aparte de Rozita, la compañía poseía muchas otras marcas muy importantes. Pedro se imaginó a su abuelo sentado a su escritorio en el despacho de la mansión que la familia Zolezzi tenía en Valencia. En el pasado, había habido muchas ocasiones en las que él había tenido que acudir a aquel despacho para que Alfredo pudiera sermonearle sobre sus meteduras de pata y recordarle, como si él lo necesitara, que era en parte gitano. Un intruso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario