miércoles, 7 de agosto de 2024

Otra Oportunidad: Capítulo 35

El avión tenía varias habitaciones y la niñera se llevó a Olivia a una de ellas. No habría hecho falta llevar a la niñera, pero Pedro quería que durmiese bien para que pudiera recuperarse. Y ella lo agradecía, pero esa era otra razón para sentir celos. Pedro había tenido todo un mes con Olivia mientras ella estaba en coma. Dormida mientras su hija llegaba al mundo.


—Estaba pensando que siento celos de mí misma.


—¿En qué sentido?


—Siento celos de esa otra mujer, la que fue tu amante —respondió Pedro, poniéndose colorada.


—Es normal que tengas celos.


—Oye, no seas presumido —bromeó Paula.


—¿No debería alegrarme al saber que mi prometida me desea?


—¿Creías que no te deseaba?


La expresión de Pedro se volvió de piedra.


—Las cosas han cambiado entre nosotros y no doy nada por sentado. Eres la misma mujer, pero es como si viviéramos en un momento diferente. El pasado ha sido borrado y debemos aprovechar el presente, ¿No te parece?


—Sí, tienes razón. Y no creo que sea difícil.


—Me alegra saberlo. ¿Quieres beber algo?


No había probado el alcohol desde que despertó. Además, ella no solía beber. Aunque no podía darle el pecho a Olivia porque, estando en coma, la producción de leche materna era casi imposible… Otra cosa que le había sido robada. Pero no quería pensar en lo que había perdido sino en lo que tenía, en eso que parecía un regalo del universo. Aunque sentía la necesidad de saber qué le había pasado.


—¿Qué clase de accidente tuve, Pedro?


—Un accidente de coche.


—¿Pero estaba sola o tú ibas conmigo?


—Estabas sola y es algo que lamento muchísimo. Era temprano y un conductor que había estado bebiendo toda la noche chocó de frente contra tu coche.


—¿Y tú no ibas conmigo?


Él negó con la cabeza.


—Cuando recibí la noticia del accidente… En fin, nunca había perdido el control de ese modo.


—¿Por qué?


—Es difícil de explicar, pero tú has sido un reto para mí, un desafío. Yo tenía muy claro quién era y entonces apareciste tú… Seguramente ha sido bueno para mí que alguien me retase, pero no estoy acostumbrado.


Paula no sabía qué quería decir con eso, pero intuía que era algo importante para él y no quería seguir hablando de ello en el avión. Le preguntaría más tarde, decidió.

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