miércoles, 28 de mayo de 2025

Has Vuelto a Mí: Capítulo 44

Aunque el tono de Federico no contenía el menor reproche, una punzada de culpa traspasó a Pedro. ¿Sería así como su familia hablaba de él cuando no estaba, aludiendo a su falta de conciencia y al poco contacto que mantenía con ellos? No sería extraño, teniendo en cuenta cómo se había apartado de ellos. Quería perdonarlos, tragarse su orgullo y recuperar el vínculo, pero cada vez que intentaba sacar el tema y hacerles ver el daño que le habían hecho al dejarlo al margen, una imagen aparecía ante sus ojos. Su padre, con los codos sobre el piano y la cabeza en las manos, llorando... Horacio Alfonso nunca derramaba una lágrima, y ver a su padre tan afectado y abatido le había dejado una huella imborrable. Fue justo después de que le contaran finalmente la verdad, un año después de que los médicos le hubieran dado el visto bueno. Doce meses horribles y angustiosos, más los seis meses que Horacio había luchado contra la enfermedad que podría haberse cobrado su vida. En todo ese tiempo Pedro había sido dejado al margen porque su familia no quería preocuparlo... o porque no lo creían capaz de afrontarlo. Había montado en cólera al descubrirlo, y las lágrimas de su padre habían reforzado la opinión que su familia tenía de él. Si su padre podía seguir llorando tras haberse librado del cáncer, ¿Cómo debió de ser su larga agonía durante las operaciones y la quimio? Una batalla a vida o muerte de la que había sido excluido porque nadie lo consideraba suficientemente responsable. Apretó inconscientemente los puños y respiró hondo, obligándose a mantener la calma.


–¿Ocurre algo? –le preguntó Federico.


–No, nada.


–¿Seguro? –Federico emitió un sonido de exasperación–. ¿Por eso sigues huyendo? ¿Por creer que a mí me atraparon y me obligaron a renunciar a mi sueño y no quieres que a tí te pase lo mismo?


La tensión de Pedro se alivió al ver a Paula caminando hacia el bar. Su vestido amarillo limón con estampado de flores se agitaba alrededor de sus pantorrillas y le confería una imagen hermosa mente etérea y deslumbrante. ¿Qué podía decirle a Federico? ¿La verdad? ¿Qué no se atrevía a confiar en una mujer tan increíble como Paula? ¿Qué incluso en esos momentos, después de lo que habían compartido la noche anterior, primero en la playa y luego en su casa, tenía un miedo terrible de rendirse a los sentimientos que ella le evocaba? Se decidió por contar una verdad a medias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario