viernes, 7 de junio de 2024

Quédate Conmigo: Capítulo 67

En ese momento estaba riendo con un compañero de mesa. Era la estrella de la cena, pensó. Hablaba con las mujeres sobre cosas que les interesaban, se reía en el momento adecuado, encantaba a los hombres sin enfadar a sus esposas. ¿Por qué le sorprendía? Paula no había podido ir a la universidad, pero era una mujer bien educada y tenía un trabajo que requería empatía e inteligencia. Y debería recordar eso último. Sin duda, Paula estaba esperando que se rindiera y le confesase algún oscuro secreto… Pero después de hacer el trato parecía haber olvidado quién era.


–¿Por qué me miras así? ¿Tengo espinacas entre los dientes?


–¿Hemos comido espinacas? No me había dado cuenta –dijo él. 


En realidad, no se había dado cuenta de nada porque solo pensaba en llevarla a la pista de baile y apretarla contra su torso. Paula inclinó a un lado la cabeza y cuando uno de los pendientes rozó su cuello, en lo único que podía pensar era en acariciar esa piel tan suave… Afortunadamente, la voz del presentador anunciando el comienzo de la subasta evitó que hiciera el ridículo.


–Buenas noches a todos. Después de haberlos emborrachado y antes de dejarlos pisar la pista de baile –estaba diciendo– vamos a hacer que se rasquen el bolsillo por una buena causa.


Paula se irguió en la silla.


–Ahora es cuando tengo que sentarme sobre las manos.


Pedro tomó una de ellas antes de que pudiese hacerlo.


–Espera, quiero que pujes por mí.


–¿En serio? ¿Y si me dejase llevar?


–Es por una buena causa.


–¿Por qué vas a pujar? ¿Por el Rolls Royce? ¿Por el alerón de un coche de Fórmula 1? ¿O prefieres el sujetador que perteneció a…?

 

–No creo que me valiese.


–No es para ponérselo, Pedro, es para que se te caiga la baba.


–No pienso babear por un sujetador a menos que la propietaria esté dentro.


–Una pena porque yo no llevo…


–Lo sé –la interrumpió él, metiendo un dedo bajo uno de los tirantes del vestido.


Apenas la había tocado, pero el roce provocó un escalofrío. ¿Cuándo fue la última vez que sintió algo así?


Paula tomó un sorbo de agua y se puso el vaso sobre la mejilla. Hasta entonces todo iba bien, pero…


Regla número cuatro para salir con Pedro Alfonso: No mencionar la ropa interior.


Regla número cinco para salir con Pedro Alfonso: No mencionar el hecho de que ella no llevaba sujetador.


–Cuando he dicho que yo no…


–El lote número uno es una camiseta del equipo de rugby de Inglaterra que llevó Johnny Wilkinson. ¿Quién quiere empezar a pujar? –escucharon la voz del presentador.


–Levanta la mano, Paula.


–¿Qué?


–Levanta la mano.


–El lote número uno por mil libras… Que ofrece la hermosa señora de la primera mesa.


–¿Ha dicho mil libras? Pero si está sucia.


–No seas tímida, guapa –la animó el presentador–. Levántate para que te vea todo el mundo.


Paula tragó saliva.

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