miércoles, 1 de octubre de 2025

Eres Para Mí: Capítulo 52

Pero entonces recordó que le había contado que había llevado a su hermano a un bar de carretera y que había pedido un montón de comida para desayunar; y que también ella había sido testigo de cómo devoraba los aperitivos tailandeses en la tienda de ropa de baño. Era el mismo hombre. La comida era excelente y Paula prefería comer a hablar, lo cual probablemente era una falta de educación en determinados círculos sociales, pero había trabajado mucho y estaba hambrienta. Solo cuando estaba comiéndose su mitad de mango, y también la de Pedro, que no la quiso, la charla trivial se volvió más seria.


—Así que no hemos progresado en la búsqueda de nuestra hermana, pero he descubierto algo interesante sobre el dinero que mi padre regaló a tu madre, después de tu nacimiento. ¿Te lo cuento? —preguntó él.


Paula se limpió el jugo de mango que le chorreaba por la barbilla y los dedos. Quería mucho a su madre, pero era evidente que las decisiones que esta había tomado a lo largo de su vida no habían beneficiado a Ari. La familia reconstruida era un ejemplo clásico.


—No sé si quiero saberlo. ¿Va a destruir mis ilusiones?


—Puede.


—Bueno, supongo que podré soportarlo.


—Hemos encargado a un auditor forense investigar antiguos registros financieros. El dinero que mi padre entregó a tu madre procedía de un banco propiedad de una empresa australiana, FNQ Metals. Mi padre tuvo ese dinero en su cuenta menos de veinticuatro horas, antes de transferirlo a la cuenta de tu madre. Al principio creí que le había transferido esa cantidad, como muestra de agradecimiento por haber impedido que se jugara la casa. Pero había habido otras transferencias a lo largo de los años, cantidades más pequeñas, el mismo día cada año, cantidades que solo estaban en la cuenta de mi padre menos de veinticuatro horas. ¿Te dice algo el veinticuatro de mayo?


—Es mi cumpleaños.


—Ah —parecía satisfecho—. Me lo imaginaba.


—¿Qué quieres decir?


—Creo que alguien utilizaba a mi padre de intermediario para entregar dinero a tu madre por tu cumpleaños. ¿Quieres que siga?


—¿Hay más?


—FNQ Metals hoy es una empresa pública, pero antes pertenecía a Francisco Murray, que inició su carrera como comprador de ganado en el norte de Queensland. Se casó a los diecinueve años y sigue casado con la misma mujer. Tiene tres hijos, todos en la treintena. Ganó tanto dinero con el ganado que compró una concesión minera, que le proporcionó hierro, cobre y zinc. Todo esto es de conocimiento público. Mi padre no tuvo negocios con él, salvo el de transferir el dinero a tu madre.


Paula intuyó lo que quería decir.


—¿Crees que ese tal Murray es mi padre?


¿Qué veía en ella Pedro al mirarla? ¿Se daba cuenta del pánico que sentía? ¿De los años de esperanza, dolor y dudas? ¿De su intento de hallar pistas en las pertenencias de su madre, una vez fallecida?


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