miércoles, 8 de abril de 2015

Una Llamada Inesperada: Capítulo 12

-¿Cómo van las cosas en el pabellón infantil?
Cecilia  alzó la vista al techo. -Por favor, explícame qué me dio para pedir el traslado a la cuarta planta.
-Te encantan los niños, y eres la principal candidata para que te nombren jefa del departamento de obstetricia.
-Oh, sí -su amiga frunció el ceño. -A propósito, ¿cómo va tu estratagema? -Bueno, me llama Terri.
-Oh -Paula ocultó una sonrisa y abrió el camino hacia la sala de personal. Dos estudiantes ocupaban el extremo de una mesa, uno estudiaba y el otro dormía sentado.
-Mi pregunta es -Cecilia alzó las manos--, ¿cómo logró aprobar anatomía si no es capaz de recordar los nombres?
-Ya mejorará -Paula sirvió café en dos tazas de papel y le pasó a Cecilia un sobrecito de azúcar.
-Eso espero. Esperaba haber pescado aun médico a estas alturas. No te ofendas, Paula... yo no estoy tan enamorada como tú de la profesión de enfermera. Me encuentro aquí para conseguir un marido. Un marido rico con manos expertas.
-Mentirosa -Paula río--. Eres una buena enfermera, Cecilia. A propósito, ¿cómo se sentía Sofía esta mañana?
-No muy bien, pero se recuperará -.,después de mirar a los estudiantes de medicina, se inclinó hacia su amiga-. Bueno, estoy impaciente. ¿Llamaste a Tomás  y... ya sabes? -Paula se ruborizó y sopló el café-. ¿Qué, qué, qué?
-Sí. -Sabía que podías hacerlo --chilló Cecilia-. ¿Le gustó?
-Creo que sí -revivió destellos de la conversación erótica de la noche anterior. La reacción de él había sido inesperadamente entusiasta y sensual, una faceta que jamás había visto pero que había esperado. Bajó la voz y añadió-: Fue fabuloso.
-Eres una vampiresa -sonrió. Paula alzó la barbilla y sonrió, disfrutando de su despertar. Se había comportado mal y no le había caído un rayo encima. Tenía las hormonas libres bajo un perfecto control.
-Retiro lo que dije de que Tomás era un pelmazo. Es evidente que se trata de un hombre que tarda en florecer. ¿Cuándo volverás a verlo?
-Le pedí que me llamara hoy. Esperemos que no se vuelva republicano a la luz del día -removió el café.
-¿A qué te refieres? -la sonrisa de Paula vaciló.
-A nada -puso cara inocente.
-Oh, no, dime a qué te refieres. -A todo el rollo del remordimiento -su amiga soltó un suspiro--. Me preguntaba si es lo mismo con el sexo telefónico que con el sexo real. ¿Sabes? , pierdes a uno de cada tres chicos con el mal de la mañana después.


Gracias por leer siempre, por favor dejen sus comentarios y mañana subo otra vez.

3 comentarios:

  1. Muy buenos capítulos! No veo la hora de que Paula se encuentre con Tomás y aborde el temita!!!!

    ResponderEliminar
  2. jajajajajajaj que geniales los cap, me encantan !!

    ResponderEliminar