-¿Das a entender que le gustó anoche pero que esta mañana no me respetará?
-Olvida lo que he dicho .
-Lo intentaré -frunció el ceño. -¿Cuándo terminas?
-A las tres. -No te preocupes. Te llamará. Paula desterró su preocupación y se lanzó de lleno al caos del mediodía. Pero a medida que avanzaba su turno, su ansiedad se incrementó, y con ella disminuyó su confianza y se sintió menos bien con su reciente incursión en el mundo del sexo decidido.
-¿Qué clase de enfermera es usted? -exigió un hombre grande y de olor desagradable cuando se negó a realizarle un chequeo.
-Señor, esta es una sala de urgencias, no la consulta de su médico de cabecera repuso con las manos en las caderas.
-No tengo médico de cabecera. Por eso vine aquí. Supuse que sería más rápido.
-Váyase -con el pulgar indicó la puerta-. Está ocupando espacio de la gente cuyos casos son realmente urgentes.
La afirmación no era verdad, al menos no ese día. La mayoría de la gente que había pasado por allí ese día se había burlado del sistema sanitario. Despertaba todas las mañanas
Ansiosa por ayudar a la gente necesitada. Que Dios ayudara a la siguiente persona que llegara para hacerle perder el tiempo y los recursos del hospital, porque ella no lo haría.
-¿Silbas? Debiste tener suerte anoche. Mientras abría la bolsa de la hamburguesa
Sobre la rodilla, ya que cada centímetro cuadrado de su mesa estaba ocupado, Pedro miró a su compañero.
-Saca tu mente de las alcantarillas, Marcos dormí bien, eso es todo. Casi había olvidado lo que era eso.
El hombre mayor sonrió y se puso a hablar con la boca llena.
-Entonces, ¿no ha sido una noche caliente?
-Haces demasiadas preguntas.
-Deformación profesional -repuso Marcos impertérrito-. Llevas semanas quejándote del insomnio, pero me da la impresión de que has estado por ahí de fiesta.
-Sí, mi vida no es ni la mitad de interesante de lo que le haces creer a la gente.
-Bueno, quizá tengas un segundo trabajo.
-Marcos, no tengo un segundo trabajo -a menos que le pagaran por hacer crucigramas por la noche.
-Porque si te hace falta algo de pasta para mantener tu estilo de vida, todos en la ciudad
Claman por que se ponga a más policías a dirigir el tráfico. ¿Dónde estás trabajando? -Marcos, no tengo otro trabajo.
-Bueno, si quieres saberlo, ya es hora de que te busques una buena mujer para sentar la cabeza.
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