domingo, 10 de abril de 2016

Inesperado Amor: Capítulo 21

—Pero lo peor de toco ha sido que no he podido localizar al abogado que administra los bienes de mi padre. Me dieron el teléfono de su casa, pero su mujer me dijo que acababa de salir, todo ha sido un desastre.

Pedro se quedó mirándola fijamente.

—Necesitas relajarte un poco, el estrés no es bueno.

—Díselo a los que me lo han provocado.

—No puedes controlar la situación, pero sí tu reacción.

Paula cerró los ojos y los volvió a abrir.

—Eso intento decirme a mí misma, pero no me hago caso, sigo muy enfadada.

—Aprendí una técnica de relajación muy buena para momentos como éste, ¿quieres que te la enseñe?

—De acuerdo, estoy dispuesta a probar cualquier cosa.

Pedro se acercó a ella.

—Primero inspira con la nariz y espira por la boca. No, así no —le dijo él cuando ella inspiró un poco—Tienes que inspirar profundamente, tienes que llenar tus pulmones. Deja que te enseñe —Pedro metió la mano por debajo de la camiseta de ella y la colocó por debajo de su caja torácica— Vuelve a intentarlo. Esta vez tienes que inspirar de forma que hagas que mi mano se mueva.

Paula intentó prestar atención a lo que él le estaba contando, pero le resultó imposible, tan sólo podía pensar en aquella mano que le estaba tocando, que estaba haciendo que todo su cuerpo se encendiera de deseo.

Miró atentamente a un botón de la camisa de él para evitar pensar en nada más. Estaba claro que aquel gesto estaba provocando en ella una reacción que él no sentía, Paula incluso tenía miedo de hablar por si notaba algo ya que él hablaba con el mismo tono de siempre.

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